En la sierra de Albarracín se encuentra el paraje protegido de los Pinares de Rodeno, asentados sobre rocas multiformes moldeadas por el depósito de areniscas rojas sometidas a fuerzas tectónicas a lo largo de millones de años , lugar de referencia internacional para la escalada y por sus «abrigos» de pinturas rupestres del epipaleolítico (6000-3000 a.c).
