No puede ser tan malo volver a la tierra, la tierra minera de antracita de Guardo junto a la clínica donde mi padre con tanto esfuerza curaba tierra de terrones compactados con tantas vidas o a la tierra de Cantabria, donde tantos cossíos confluyen o a la tierras de León donde yo nací y crecí con mi madre y tuve hermanos, amigos y amores o a la tierra de mi madre que ella traía de Mieres